Cuatro años ya, cuatro otoños y, aún te recuerdo; con tu jersey verde, mirada alegre y el corazón enamorado.
Tus ojos ardían como brasas en llama. Tus palabras caían en mi alma como agua bendecida, necesitada, buscada.
Me enredaste a ti como planta que crece ilusionada. Mensajes de tu alma sonaban como música de una balada.
Combustible de deseo, nuestro amor desesperado bullía con fuerza. Dulce fruta recién cogida del árbol para nuestras almas sedientas.
Sentí tus labios viajar por mi cuerpo, pechos, sexo y alma. Ojos verdes emigrabas más allá de mis crepúsculos.
Pájaro de humo que vuela sobre mi campo y mi cielo. Corazón que desea profundos besos, alegres anhelos.
Tu recuerdo.
11 Noviembre 2017 Sandy Torres
11/11/2017 en 2:00 pm
Me encanta, un abrazo
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11/11/2017 en 2:15 pm
Gracias, un abrazo
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