José Bota, a la carrera corre que se las pela, calle arriba. No quiere perderse las elecciones de la historia. En la mano derecha lleva un sobre. Con la mano izquierda sujeta el sombrero de copa que salta sobre su cabeza. El viento levanta su camisa mostrando su silueta, sus nalgas apretadas y la forma del teléfono móvil que lleva dentro del bolsillo trasero de su pantalón. José Bota siempre fue un buen partido, de fuerte figura y músculos bien definidos. A los nueve años empezó a jugar en el equipo del colegio Miguel de Censura. Un día, durante un partidazo contra los del colegio Tomas Moción, ambos equipos perdieron la mitad de la plantilla. Los del banquillo se largaron gritando sus causas, y, con motivos, abandonaron el campo. En el enfrentamiento José Bota fue atendido a causa de una rotura de ligamentos que lo condena a abandonar el juego. Pero aún le quedan fuerzas en las piernas para llegar antes de que abran las puertas del centro.
30 05 2018 Sandy Torres